Su alegría no tiene límites cuando uno de sus niños aprende una señal para poder ampliar su vocabulario e hilar palabras para comenzar a comunicarse en Leguaje de Señas Boliviano (LSB). Ella es la maestra Maryluz Chuquimia, que trabaja con cinco niños sordos en el Centro de Educación Especial Huáscar Cajías, en el nivel inicial.

A sus 27 años es una maestra especializada en Educación Especial y también estudia la carrera de Lingüística en la UMSA, todo con el objetivo de ayudar a sus estudiantes y aprender más, para ser mejor.

Como Maryluz, más de 1.732 maestros y maestras trabajan en el ámbito de Educación Especial y dedican su vida a la enseñanza de niños y niñas con capacidades diferentes, con dificultades en el aprendizaje y con talento extraordinario. Y en el ámbito de la Educación Alternativa y Especial, que es un componente importante del Ministerio de Educación, también hay muchos más maestros comprometidos y dedicados a enseñar en el área humanística y técnica a fin de que personas que no pudieron terminar sus estudios puedan hacerlo aunque ya tengan hijos y se hayan casado. El punto es que quieran esforzarse y capacitarse para brindar mejores condiciones de vida a sus familias.

Son los maestros de educación para adultos que enseñan en los Centros de Educación Alternativa (CEA), ellos trabajan por las noches, un horario flexible para los participantes, ya que la mayoría de ellos trabaja durante el día.

Una de ellas es la profesora Julia Céspedes, directora del Centro de Educación Alternativa María Auxiliadora de El Alto, dedicada por más de 25 años a la enseñanza de personas jóvenes y adultas, una pasión que envuelve a toda su familia, ya que ella es fundadora junto con su esposo del CEA Caracollo, un centro que ha formado a miles de orureños en carreras técnicas.

Como la maestra y directora Julia, más de 6.164 maestros trabajan el ámbito de educación de adultos.

Desde el viceministerio

En Alfabetización y Postalfabetización, un ámbito humano y que rebasa los límites del simple servicio, el número de maestros facilitadores es de 11.421 en toda Bolivia, que este 2019 registra una tasa de analfabetismo de 2,30%, la más baja de su historia.